
Río de Janeiro es una ciudad única donde la vida urbana se fusiona armoniosamente con la naturaleza, creando una extraordinaria gama de experiencias para los visitantes.
Uno puede relajarse en sus hermosas playas, realizar caminatas a miradores impresionantes, explorar exuberantes parques, admirar la ciudad desde famosos puntos de referencia, visitar museos, sumergirse en su historia local, probar deportes de aventura y descubrir lagunas y otros lugares naturales que hacen de Río un lugar tan especial.
A continuación, descubra una lista de las 30 mejores actividades en Río de Janeiro y aproveche al máximo la «Cidade Maravilhosa».

El Cristo Redentor es una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y un famoso símbolo de Brasil. La atracción es definitivamente una de las mejores actividades en Río de Janeiro.
Con una altura de 38 metros, incluyendo su pedestal de 8 metros, y un peso aproximado de 1.145 toneladas, la estatua fue inaugurada el 12 de octubre de 1931.
Situada a una altitud de 710 metros en la cima del Morro do Corcovado, el monumento se encuentra en el corazón del Parque Nacional de Tijuca, rodeado por la exuberante Mata Atlántica.
El Cristo Redentor atrae alrededor de 2 millones de visitantes anualmente y ofrece vistas panorámicas de Río.
El sitio es accesible a través del Tren del Corcovado, furgonetas oficiales o senderos de senderismo. Proporciona una experiencia serena y espiritual, perfecta para la fotografía y la contemplación.
Para mejorar su visita, adquiera sus entradas con anticipación aquí, elija días soleados para obtener vistas despejadas y llegue temprano, preferiblemente en el primer tren, como hice yo, para evitar las multitudes y disfrutar de una experiencia más tranquila.
2. Subir en el Teleférico del Pan de Azúcar

Un viaje al Pan de Azúcar es una de las principales atracciones de Río de Janeiro y una de sus experiencias más memorables. Para mí, fue una de las mejores actividades que realicé en Río, y simplemente me encantó.
El complejo montañoso incluye dos picos: el Morro da Urca y el Pan de Azúcar, este último con una altura de 396 metros.
Los visitantes ascienden mediante el famoso teleférico, inaugurado en 1912, que conecta tres estaciones: Praia Vermelha, Morro da Urca y Pan de Azúcar. El trayecto en teleférico ofrece vistas panorámicas del paisaje de Río, combinando montañas, mar y puntos de referencia como el Cristo Redentor y las playas de la ciudad.
Alrededor de 1,5 millones de turistas lo visitan anualmente, convirtiéndolo en una de las atracciones más populares de Río. Además del teleférico, los visitantes pueden explorar senderos de senderismo que conducen al Morro da Urca, ideales para los entusiastas de la naturaleza.
El lugar también cuenta con espacios para relajarse, cafeterías y restaurantes. La vista desde la cima, especialmente durante el atardecer, es simplemente indescriptible.
Para la mejor experiencia, visite a última hora de la tarde y adquiera sus entradas con anticipación para evitar colas aquí. Opte por días despejados y soleados para obtener las vistas más vívidas y momentos inolvidables.
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3. Disfrutar de las Playas de Copacabana, Ipanema y Leblon

Las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon son símbolos del estilo de vida de Río y destinos imprescindibles para los viajeros de todo el mundo.
Ubicadas en la Zona Sur de Río, estas playas están interconectadas por paseos marítimos y carriles para bicicletas, lo que facilita su exploración, ya sea a pie, en bicicleta o en patinete.
Copacabana es conocida por su ambiente animado y el paseo marítimo de piedra con diseño de ondas.
Cerca, Ipanema tiene aguas cristalinas y atardeceres, mientras que la playa de Leblon es más tranquila y adecuada para familias o aquellos que buscan un lugar más sosegado.
Estas playas ofrecen una variedad de actividades, incluyendo natación, surf y deportes de playa como voleibol y fútbol, así como oportunidades para relajarse en sillas y sombrillas de alquiler.
Los quioscos junto al mar sirven platos tradicionales brasileños, aperitivos, bebidas refrescantes y la clásica caipirinha, a menudo acompañados de música en vivo o espectáculos.
Durante la noche, la atmósfera se transforma, con bares y restaurantes que albergan espectáculos y fiestas.
Para aprovechar al máximo su visita, le recomendamos que llegue temprano, especialmente en los fines de semana soleados, con el fin de asegurar un buen lugar. Caminar a lo largo del paseo marítimo o recorrer en bicicleta las rutas que conectan estas playas es una actividad imprescindible.
4. Ascender las Escaleras de Selarón

Las Escaleras de Selarón, ubicadas entre los barrios de Lapa y Santa Teresa, constituyen una de las atracciones turísticas más visitadas en Río de Janeiro.
Creadas por el artista chileno Jorge Selarón, las escaleras son una obra de arte al aire libre compuesta por más de 2.000 azulejos provenientes de diferentes países.
Con 215 escalones, la escalinata es mucho más que un simple camino; es una experiencia cultural. Cada azulejo narra una historia, muchos de los cuales fueron donados por visitantes, artistas y amigos del propio Selarón.
El proyecto se inició en 1990, y el artista continuó añadiendo azulejos hasta su fallecimiento en 2013. En la actualidad, es uno de los lugares más fotografiados de Río y un sitio de visita obligada para los turistas.
Debido a su popularidad, el lugar puede estar abarrotado, lo que dificulta la toma de fotografías sin personas en el fondo.
Para evitar las multitudes, se recomienda visitar el sitio lo más temprano posible, preferiblemente por la mañana cuando hay mayor tranquilidad. Si las escaleras aún están concurridas, diríjase a la parte superior de la escalinata, que generalmente está menos abarrotada y ofrece excelentes oportunidades para fotografías.
5. Explorar el Parque Lage

Situado al pie del Cristo Redentor, el Parque Lage es un espacio público que combina naturaleza, historia y cultura, y es una de las mejores actividades para realizar en Río de Janeiro.
En el corazón del parque se encuentra una mansión histórica, reconocida por su patio interior que presenta una piscina central y una vista privilegiada de la estatua del Cristo.
Los jardines del parque cuentan con césped, esculturas y fuentes que reflejan su historia. También posee cuevas y está rodeado por la Mata Atlántica, con plantas y animales nativos como monos capuchinos y aves, convirtiéndolo en un lugar idóneo para los amantes de la naturaleza.
Para los entusiastas de la aventura, el parque ofrece senderos que conectan con el Parque Nacional de Tijuca, conduciendo al Cristo Redentor. Para aquellos que buscan un momento de tranquilidad, la mansión alberga una cafetería donde se puede disfrutar de un brunch o un desayuno completo, rodeado por la belleza del parque.
Para aprovechar al máximo su visita, se recomienda llegar temprano, especialmente los fines de semana, para evitar las filas para fotografías o en la cafetería.
6. Pasear por el Jardín Botánico

El Jardim Botânico de Río de Janeiro es uno de los jardines botánicos más importantes del mundo y una atracción imprescindible en la ciudad. Fundado el 13 de junio de 1808, inicialmente para aclimatar especies exóticas traídas de otros continentes, como especias orientales, rápidamente se convirtió en un centro de investigación y conservación de la biodiversidad.
Abarcando un área de aproximadamente 540.000 metros cuadrados, el jardín alberga más de 22.000 especies de plantas, incluyendo orquídeas, bromelias, palmeras y árboles centenarios como la famosa Palmera Imperial, plantada en 1809.
Uno de los puntos destacados es la Avenida de las Palmeras Imperiales, que impresiona a los visitantes con su grandeza y belleza. El jardín también cuenta con lagos ornamentales, como el que exhibe majestuosas victorias amazónicas, y un invernadero dedicado a las orquídeas.
Alrededor de 700.000 personas visitan el Jardim Botânico anualmente, atraídas por el ambiente y la oportunidad de conectar con la naturaleza.
Recomendamos llegar temprano, ya que el jardín está más tranquilo por la mañana, proporcionando una experiencia más serena. Utilice protector solar, ropa ligera y calzado cómodo adecuado para caminar con el fin de aprovechar al máximo su visita.
7. Explorar el Parque Nacional de Tijuca

El Parque Nacional de Tijuca es uno de los bosques urbanos más grandes del mundo, abarcando aproximadamente 3.953 hectáreas (39,53 km²) de Mata Atlántica en Río de Janeiro.
Establecido en 1961, es uno de los primeros parques nacionales de Brasil y desempeña un papel crucial en la preservación de la biodiversidad y el mantenimiento del equilibrio ambiental de la ciudad.
El parque alberga varias de las principales atracciones de Río de Janeiro, incluyendo el Cristo Redentor, la Vista Chinesa, la Pedra da Gávea y la Cachoeira do Horto. También cuenta con más de 30 senderos, sitios históricos y miradores que ofrecen vistas de la ciudad.
El parque es hogar de especies como el tití león dorado y aves raras. Miles de visitantes acuden cada año para disfrutar del parque, convirtiéndolo en un destino para los entusiastas de la aventura. Con senderos que varían desde desafiantes hasta fáciles, hay opciones para todos.
Para aprovechar al máximo su visita, planifique con antelación seleccionando los senderos o atracciones que desea explorar y verificando el clima, ya que la lluvia puede dificultar el acceso a algunas áreas.
Use ropa ligera, calzado adecuado para senderismo, protector solar y repelente de insectos, y lleve agua y refrigerios para mantenerse hidratado durante su excursión. Para senderos más complejos, se recomienda contratar un guía para garantizar la seguridad y mejorar su experiencia.
8. Disfrute del Amanecer o Atardecer en el Morro Dois Irmãos

El sendero del Morro Dois Irmãos es una de las caminatas más populares en Río de Janeiro, famosa por ofrecer algunas de las vistas más hermosas de la ciudad.
Estar en la cima de la colina es, para mí, una de las mejores experiencias que ofrece la ciudad y una de las mejores cosas que hacer en Río de Janeiro.
Ubicado en el barrio de Vidigal, el sendero conduce a la cima de una de las dos montañas que forman el Morro Dois Irmãos, a una altitud de aproximadamente 533 metros.
Desde la cima, se puede disfrutar de una vista panorámica que incluye las playas de Ipanema, Leblon y Copacabana, el Cristo Redentor, la favela de Rocinha y la Pedra da Gávea.
La caminata comienza dentro de la comunidad de Vidigal, accesible mediante transporte público, automóvil o moto-taxi.
Desde el punto de partida, el sendero tiene aproximadamente 1,5 km de longitud, con dificultad moderada, presentando subidas empinadas pero caminos bien marcados rodeados de vegetación de la Mata Atlántica. La caminata es relativamente corta, tomando entre 40 minutos y 1 hora, dependiendo de su ritmo.
El amanecer desde la cima es uno de los más hermosos de la ciudad, lo que hace que las primeras horas de la mañana sean un momento popular para la caminata. El atardecer también es favorito para muchos, ya que ofrece vistas igualmente espectaculares.
Se recomienda realizar el sendero con un guía, especialmente si no está familiarizado con la ruta, para garantizar la seguridad y aprovechar al máximo la experiencia. Además, se recomienda verificar el pronóstico del tiempo con anticipación, para poder planificar caminatas en días soleados.
9. Disfrute de un Café en la Confeitaria Colombo

La Confeitaria Colombo, ubicada en el Centro Histórico de Río, es considerada una de las pastelerías más hermosas del mundo y una de las mejores cosas que hacer en Río de Janeiro.
Fundada en 1894, es conocida por su majestuosa arquitectura, que combina elementos art nouveau, espejos belgas, vitrinas de madera de jacarandá y claraboyas que crean una atmósfera sofisticada y nostálgica.
Además de su valor histórico, Colombo deleita a los visitantes con su gastronomía. El menú ofrece una mezcla de platos clásicos y contemporáneos, destacando delicias tradicionales saladas y dulces como los famosos pastéis de nata, milhojas y empanada de camarones.
También es un lugar ideal para tomar café o el té de la tarde, proporcionando una experiencia única.
10. Contemple la Ciudad Desde el Mirante Dona Marta

El Mirante Dona Marta, ubicado en el Parque Nacional de Tijuca, es uno de los puntos de observación más impresionantes de Río de Janeiro.
A 360 metros sobre el nivel del mar, el mirador ofrece vistas panorámicas, incluyendo lugares emblemáticos como el Cristo Redentor, el Pan de Azúcar, la Bahía de Guanabara y las playas de Copacabana y Botafogo.
De fácil acceso en automóvil o mediante transporte turístico y cercano al Cristo Redentor, es un lugar idóneo para la fotografía, especialmente al amanecer, cuando la vista es espectacular.
La belleza de este momento atrae a numerosos fotógrafos, guías y turistas, lo que convierte el mirador en un sitio bastante concurrido durante este período.
11. Visite los Bares en Lapa

Lapa, ubicada en el centro de Río de Janeiro, es reconocida por su vida nocturna y atmósfera bohemia. Un hito famoso en el vecindario es el Acueducto Carioca, o Arcos da Lapa, una estructura de la época colonial que representa la historia del área.
Por la noche, Lapa es uno de los principales centros de entretenimiento de Río, con bares, restaurantes, clubes de samba y discotecas que ofrecen una variedad de ritmos, incluyendo samba, forró, pagode y música electrónica. Las famosas rodas de samba y espectáculos en vivo atraen tanto a locales como a turistas.
Los bares y restaurantes satisfacen todos los gustos, ofreciendo desde aperitivos tradicionales hasta platos elaborados, junto con bebidas clásicas como la caipirinha, todo en un ambiente animado.
Lapa se llena bastante por la noche, especialmente los viernes y sábados, por lo que es aconsejable llegar temprano o hacer reservaciones para asegurar un lugar en los bares y restaurantes más populares.
12. Observe la Puesta de Sol en Pedra do Arpoador

La Pedra do Arpoador, situada entre las playas de Copacabana e Ipanema, es uno de los lugares más conocidos de Río de Janeiro.
Famosa por ser el lugar donde el sol «se pone en el mar» durante el verano, es uno de los mejores sitios de la ciudad para observar la puesta de sol, atrayendo tanto a locales como a turistas que aplauden la puesta de sol todos los días.
De fácil acceso, la roca es una extensión de la playa de Arpoador y ofrece vistas de las playas de Ipanema y Leblon, con el Morro Dois Irmãos como telón de fondo.
Además de ser un lugar de contemplación, Arpoador también es popular entre los surfistas debido a las olas en la zona. El paseo marítimo circundante cuenta con quioscos y senderos peatonales, convirtiéndolo en un punto de encuentro.
Recomiendo llegar temprano para asegurar un buen lugar y disfrutar de la atmósfera tranquila antes de la puesta de sol.
13. Visite el Estadio Maracanã

El Estadio Maracanã, inaugurado en 1950, es una visita obligada para los aficionados al deporte y aquellos interesados en la historia de Río. Ubicado en la Zona Norte de la ciudad, el estadio ha sido sede de momentos históricos, como la Final de la Copa del Mundo de 1950, y las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016.
Un recorrido guiado por el estadio permite a los visitantes explorar sus áreas entre bastidores, incluyendo el campo, los vestuarios, la tribuna de prensa y el Museo Maracanã, que exhibe trofeos, uniformes y fotografías de jugadores legendarios.
Si es posible, asista a un partido de fútbol en el estadio para experimentar la emoción de este lugar histórico.
14. Recorra el Sendero de Pedra da Gávea

El Sendero de Pedra da Gávea, ubicado en el Parque Nacional de Tijuca, es una de las caminatas más desafiantes pero gratificantes en Río de Janeiro.
Con una altitud de 844 metros, Pedra da Gávea es considerado el monolito más grande junto al mar en el mundo, ofreciendo vistas panorámicas espectaculares de la ciudad.
El sendero abarca aproximadamente 3 km y exige una buena preparación física debido a su terreno escarpado y secciones técnicas, como la Carrasqueira, una pared rocosa que requiere habilidades básicas de escalada.
Para emprender esta caminata, es necesario estar físicamente preparado y acostumbrado al senderismo, ya que está clasificada como difícil.
Use equipo adecuado, incluyendo ropa ligera, botas de senderismo resistentes o zapatos con buen agarre, protector solar, repelente de insectos, y lleve una mochila con agua y refrigerios energéticos.
Se recomienda encarecidamente contratar un guía especializado, especialmente para navegar la sección de la Carrasqueira de manera segura.
Evite los días lluviosos, ya que el sendero puede volverse resbaladizo y más peligroso. Finalmente, comience temprano, ya que la caminata puede tomar de 4 a 6 horas en total, siendo la mañana el mejor momento para disfrutar de la vista con luz natural.
15. Disfrutar del Café en el Forte de Copacabana

El Forte de Copacabana, ubicado al final de la playa de Copacabana, es una de las atracciones más encantadoras de Río de Janeiro, combinando historia, cultura y gastronomía.
Construido en 1914, el fuerte desempeñó un papel estratégico en la defensa de la ciudad y ahora alberga el Museo de Historia del Ejército, presentando exposiciones sobre la historia militar brasileña y la evolución de la fortificación.
Más allá de su importancia histórica, el fuerte ofrece vistas panorámicas de la playa y del Pan de Azúcar, convirtiéndolo en un lugar idóneo para relajarse y admirar el paisaje.
Uno de sus principales atractivos son los cafés y bistrós, como el Café 18 do Forte y una sucursal de la famosa Confeitaria Colombo, que ofrecen una experiencia única. Con asientos al aire libre y una vista sensacional, estos establecimientos sirven pasteles, repostería y opciones de brunch.
16. Tomar una Fotografía en Pedra do Telégrafo

Pedra do Telégrafo es famosa por sus fotografías «audaces» que crean la ilusión de estar al borde de un acantilado. El sendero hacia el sitio es una de las caminatas más populares en Río de Janeiro.
El sendero tiene aproximadamente 1,5 km de longitud, con dificultad moderada, y toma de 40 minutos a 1 hora completarlo. Serpentea a través del Bosque Atlántico, ofreciendo contacto con la naturaleza y vistas de las playas salvajes de la región y las montañas circundantes.
La roca ganó fama en las redes sociales por las fotografías creativas que simulan poses arriesgadas, pero la base es segura.
Es preferible visitar por la mañana o al atardecer para evitar el calor intenso y disfrutar de las mejores condiciones de iluminación para las fotografías. Tenga en cuenta que el sendero es muy popular y puede haber filas para tomar fotografías durante las horas pico.
17. Practicar Ala Delta en Pedra Bonita

Volar en ala delta desde Pedra Bonita es una de las experiencias más emocionantes en Río de Janeiro.
Ubicada en el Parque Nacional de Tijuca, Pedra Bonita, a una altitud de aproximadamente 520 metros, sirve como punto de despegue para el ala delta y el parapente, ofreciendo la oportunidad de planear sobre las playas, montañas y bosques de la ciudad.
El vuelo culmina con un aterrizaje en la Playa de São Conrado, después de un trayecto de 10 minutos por el aire.
El vuelo ofrece vistas panorámicas y la actividad se realiza con instructores experimentados y equipo certificado, haciéndola segura y accesible incluso para principiantes.
El punto de despegue en sí es un mirador natural, digno de visitar incluso si no planea volar. Se recomienda reservar la actividad con antelación, ya que las condiciones meteorológicas pueden afectar los horarios de vuelo.
18. Maravillarse con el Real Gabinete Portugués de Lectura

El Real Gabinete Portugués de Lectura, ubicado en el Centro Histórico de Río de Janeiro, es una de las bibliotecas más hermosas e impresionantes del mundo. Es imposible no maravillarse ante este impresionante sitio.
Fundado en 1837 por inmigrantes portugueses, la biblioteca tiene como objetivo preservar y promover la cultura y literatura portuguesas. El edificio actual, inaugurado en 1887, es una obra maestra de la arquitectura neomanuelina, con una fachada detallada y un interior majestuoso que encanta a los visitantes.
Su colección incluye más de 350.000 volúmenes, presentando ediciones raras de autores clásicos portugueses, documentos históricos y manuscritos únicos.
La sala principal, con estanterías que se extienden hasta el techo, es un espectáculo visual, iluminado por un lucernario central que realza su grandeza.
19. Explorar el Barrio de Santa Teresa

El barrio de Santa Teresa es una de las áreas más culturales de Río de Janeiro, conocido por sus calles empedradas, mansiones históricas y ambiente bohemio.
Situado en una colina en el centro de la ciudad, Santa Teresa ofrece hermosas vistas de Río y una mezcla de arte, gastronomía e historia.
Entre sus principales atracciones se encuentran el famoso Tranvía de Santa Teresa, que conecta el barrio con el centro de la ciudad, y la Escalera de Selarón, uno de los monumentos más emblemáticos de Río.
Santa Teresa alberga también numerosos estudios de arte, galerías y el Parque das Ruínas, un centro cultural que combina ruinas históricas con espacios para eventos y vistas panorámicas de la ciudad.
Recomiendo tomar el tranvía hasta el barrio. Una vez allí, explore las calles a pie para admirar la arquitectura histórica, el arte urbano y los murales.
Para concluir su visita, deténgase en uno de los renombrados bares o restaurantes de la zona, donde podrá degustar desde platos tradicionales brasileños hasta cocina internacional, todo ello en un ambiente acogedor.
20. Presenciar un Espectáculo de Samba

Presenciar un espectáculo de samba es una de las experiencias más auténticas y emocionantes que Río de Janeiro puede ofrecer. Como símbolo de la cultura brasileña, la samba combina música, danza y energía, celebrando la alegría y el alma del pueblo brasileño.
Casas de samba tradicionales como Carioca da Gema y Rio Scenarium, ambas ubicadas en Lapa, albergan espectáculos en vivo que presentan samba clásica, pagode y otros ritmos brasileños.
Para una experiencia más al aire libre, visite Pedra do Sal, un lugar histórico donde lugareños y visitantes se reúnen para disfrutar de sesiones de samba en un entorno animado e informal.
Para una experiencia aún más inmersiva, visite los espacios de ensayo de escuelas de samba como Mangueira o Salgueiro, que realizan prácticas abiertas al público, especialmente en los meses previos al Carnaval.
21. Explorar el Centro Histórico

El Centro Histórico de Río de Janeiro es un viaje al pasado, con calles, plazas y edificios que preservan siglos de historia y cultura.
Recorrer la zona es una oportunidad para visitar lugares emblemáticos como el Paço Imperial, otrora residencia de la familia real portuguesa, y la Iglesia de la Candelaria, reconocida por su grandeza y belleza arquitectónica.
Otros puntos destacados incluyen el Real Gabinete Portugués de Lectura, con su impresionante arquitectura neogótica y vasta colección de libros, y el Monasterio de São Bento, una obra maestra del barroco adornada con detalles dorados.
La zona alberga también museos como el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo Histórico Nacional, que ofrecen una profunda inmersión en el arte y la historia de Brasil.
Además, no se pierda la impresionante Catedral Metropolitana, conocida por su diseño cónico y sus vitrales que se extienden desde el suelo hasta el techo, creando un juego de luces único.
Otro punto destacado es el Teatro Municipal, uno de los edificios más hermosos del país, inspirado en la Ópera de París, que ofrece visitas guiadas y una programación cultural que incluye música clásica, ballet y representaciones teatrales.
Dado que muchas atracciones están cerca unas de otras, explorar el Centro Histórico a pie le permite apreciar los ricos detalles arquitectónicos e históricos.
Asegúrese de probar platos tradicionales en los cafés, bares y restaurantes de la zona, como la icónica Confeitaria Colombo o los bares de la Rua do Ouvidor, uno de los principales núcleos bohemios de la zona.
22. Visitar el Museo del Mañana

El Museo del Mañana, ubicado en el Bulevar Olímpico, es uno de los museos más visitados de Brasil.
Inaugurado en 2015, el museo llama la atención por su arquitectura futurista, inspirada en las formas de la naturaleza, y su privilegiada ubicación con vistas a la Bahía de Guanabara.
Dedicado a la ciencia, la sostenibilidad y el futuro de la humanidad, el museo presenta exposiciones interactivas que invitan a los visitantes a reflexionar sobre cuestiones globales como el cambio climático, la biodiversidad, los avances tecnológicos y los desafíos de construir un planeta sostenible.
Se recomienda encarecidamente adquirir las entradas con antelación en este enlace para evitar las colas, especialmente durante los fines de semana y días festivos. No se pierda la oportunidad de explorar los alrededores del Bulevar Olímpico y visitar el cercano Museo de Arte de Río (MAR).
23. Explore el Bulevar Olímpico

El Bulevar Olímpico, ubicado en la zona portuaria de Río de Janeiro cerca del Centro Histórico, es un área revitalizada que se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas y culturales de la ciudad.
Creado para los Juegos Olímpicos de 2016, el espacio combina arte, ocio y entretenimiento, convirtiéndolo en un lugar idóneo para paseos, recorridos en patinete o bicicleta a lo largo de sus 3,5 km de extensión.
Sus principales atractivos incluyen el famoso mural «Etnias» del artista Eduardo Kobra, uno de los murales de grafiti más grandes del mundo, y el futurista Museo del Mañana, con exposiciones interactivas sobre ciencia y sostenibilidad.
El AquaRio, el acuario más grande de Sudamérica, es otra visita obligada, especialmente para las familias, ofreciendo una experiencia interactiva que deleita a visitantes de todas las edades.
Adicionalmente, la Noria Rio Star, la más alta de Latinoamérica con 88 metros, proporciona vistas panorámicas espectaculares de la ciudad.
24. Visite AquaRio

El AquaRio, ubicado en el Bulevar Olímpico, es el acuario marino más grande de Sudamérica y una de las atracciones más populares de la ciudad.
Inaugurado en 2016, la instalación abarca más de 26.000 metros cuadrados y alberga aproximadamente 8.000 animales de 350 especies diferentes, proporcionando una experiencia educativa y fascinante para visitantes de todas las edades.
El punto culminante de AquaRio es el tanque oceánico, el más grande del complejo, con 7 metros de profundidad y que cuenta con un túnel submarino que permite a los visitantes caminar bajo tiburones, rayas y otras especies marinas.
El acuario también ofrece experiencias interactivas, como el tanque táctil, donde los visitantes pueden sentir las texturas de estrellas de mar y erizos.
25. Disfrute de la Playa de Barra da Tijuca

Con sus 18 km de costa, la Playa de Barra da Tijuca es la más extensa de Río de Janeiro y una de las más versátiles, ideal para aquellos que buscan una ubicación más tranquila y espaciosa.
Situada en la Zona Oeste de la ciudad, atrae tanto a locales como a turistas que acuden para relajarse, disfrutar de deportes acuáticos o simplemente apreciar la belleza natural del área.
La playa es famosa por sus excelentes condiciones para el surf, el kitesurf y el paddle surf, particularmente en la zona conocida como Pepê, nombrada así por el legendario surfista Pepê Lopes.
Además, el paseo marítimo está bien equipado, con quioscos que ofrecen bebidas, aperitivos y platos tradicionales, así como un carril bici perfecto para caminar o andar en bicicleta.
26. Realice un Paseo en Barco por la Bahía de Guanabara

Un paseo en barco por la Bahía de Guanabara es una forma extraordinaria de explorar Río de Janeiro desde una perspectiva diferente.
Durante el trayecto, se pueden admirar algunos de los monumentos más famosos de la ciudad, como el Pan de Azúcar y el Cristo Redentor. El recorrido también ofrece vistas exclusivas de las montañas, playas y el perfil urbano de Río, proporcionando una experiencia única.
La experiencia varía según el tipo de embarcación elegida, desde barcos tradicionales y lanchas rápidas hasta veleros lujosos. Algunos recorridos incluso incluyen paradas para nadar en playas cercanas o bebidas y comidas a bordo, haciendo la excursión aún más especial.
27. Pasee por la Laguna Rodrigo de Freitas

La Laguna Rodrigo de Freitas, ubicada en la Zona Sur de Río, es uno de los lugares más hermosos y serenos de la ciudad, perfecto para actividades al aire libre y relajación.
Rodeada por barrios como Ipanema, Leblon y Jardim Botânico, la laguna ofrece vistas del Cristo Redentor y las montañas circundantes.
Con un sendero para bicicletas de 7,5 km, es ideal para caminar, correr, andar en bicicleta y patinar. Los visitantes también pueden alquilar bicicletas, botes de pedales con forma de cisne y kayaks para explorar la laguna de una manera única.
La zona cuenta con quioscos que sirven comidas ligeras, bebidas y platos tradicionales, así como áreas de juegos y espacios verdes para picnics familiares. La puesta de sol en la laguna es simplemente espectacular.
28. Descubra otras playas en Río de Janeiro

Para aquellos que buscan escapar del bullicio de las famosas playas de Río, la ciudad ofrece alternativas pacíficas e idílicas como Prainha y Grumari, ubicadas en la Zona Oeste.
Rodeadas por vegetación de la Mata Atlántica y con acceso más restringido, estas playas son perfectas para relajarse en la naturaleza.
Prainha, con sus aguas cristalinas y fuertes olas, es una favorita entre los surfistas y es un área ambiental protegida. Grumari, más grande e igualmente preservada, ofrece un ambiente más familiar, con una sensación de exclusividad.
Otras opciones incluyen Praia do Secreto, una pequeña piscina natural escondida entre las rocas, y Praia da Reserva, conocida por su paisaje prístino y atmósfera tranquila.
29. Explore las favelas Rocinha, Vidigal o Santa Marta

Explorar las favelas Rocinha, Vidigal y Santa Marta es una experiencia auténtica y cultural en Río de Janeiro. Cada una de estas comunidades ofrece una visión única de la vida carioca, combinando vistas de la ciudad, hospitalidad local y diversidad cultural.
Rocinha, la favela más grande de Brasil, es conocida por su ambiente animado, calles estrechas llenas de tiendas y tours que muestran proyectos sociales y culturales como talleres de arte y música.
Vidigal, ubicada junto al Morro Dois Irmãos, atrae a los visitantes con sus espectaculares vistas y creciente vida nocturna, presentando bares y fiestas populares tanto entre locales como turistas.
Santa Marta, internacionalmente famosa, es un símbolo de resiliencia y arte, destacándose por sus coloridos murales y la estatua de Michael Jackson, conmemorando la filmación del video musical «They Don’t Care About Us» en la comunidad.
Recomendamos visitar con guías, ya que muchos residentes ofrecen tours guiados, proporcionando una experiencia segura e inmersiva.
30. Tour en Helicóptero sobre Río de Janeiro

Un tour en helicóptero es una de las formas más emocionantes de ver Río de Janeiro. Desde arriba, se puede obtener una vista impresionante de lugares famosos como la estatua del Cristo Redentor en el monte Corcovado y el Pan de Azúcar cerca de la bahía de Guanabara.
También se verán las largas extensiones de las playas de Copacabana e Ipanema, así como los barrios de la ciudad.
Existen diferentes opciones de tours, con vuelos que duran de 10 a 30 minutos. Es una excelente manera de ver la ciudad desde una nueva perspectiva y tomar fotografías memorables. Si desea experimentar Río desde el cielo, esta es una gran elección.
Conclusión: Mejores Cosas para Hacer en Río de Janeiro
Desde lugares tranquilos hasta actividades emocionantes, Río de Janeiro tiene algo para todo tipo de viajeros. Utilice esta guía para descubrir los lugares y experiencias que mejor se adapten a sus intereses y disfrute cada momento en la «Cidade Maravilhosa».